Han tenido que pasar diez años, dos pequeños Fockers con su mujer, Pam (Polo) e incontables obstáculos para que Greg consiga finalmente entenderse con su exigente suegro Jack. Tras los problemas económicos, Greg consigue un segundo empleo en una compañía farmacéutica. Sin embargo, los recelos de Jack hacia su enfermero favorito regresan con más fuerza que nunca.