Un senador local, que nunca ha salido de su terruño y no molesta demasiado a su partido, a pesar de ser más bien chapucero y lleno de extrañas y estrambóticas ideas socio-políticas, decide, con ayuda de su joven y ambicioso agente de prensa, dar a entender públicamente que "querer, querer, no quiere la Presidencia del País, pero que si el Pueblo se lo pide....". Esto causa estupor en su partido pues sería un desastre que se presente, pero todo se complica cuando se sabe que durante muchos años ha ido escribiendo un diario, donde aparecen escritas cosas que más valiera no salieran a la luz.