En “Más grande que el T-Rex” el documental muestra al mayor depredador que ha caminado nunca sobre la Tierra: el espinosaurio. En realidad, solo se ha encontrado un esqueleto de espinosaurio que estuviese formado por algo más que un puñado de huesos. Lo descubrió hace cien años, en el desierto de Egipto, un aristócrata alemán llamado Ernst Stromer. Treinta y cinco años después, el ejemplar resultó destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora, un nuevo esqueleto ha aparecido en el Sahara, con características que señalan al espinosaurio, y los paleontólogos Paul Sereno y Nizar Ibrahim se apresuran a presentárselo al mundo.