Audie Murphy es el Jesse James más pánfilo de la historia del western, aquejado de un grave problema edípico que le impide aceptar la maldad sin límites del famoso "coronel" Quantrill (para que quede más claro, se enamora de su mujer y Quantrill pierde ambos ojos). Acompañado de su hermano Frank, dos hermanos Younger y un Dalton (Tony Curtis, que se pasa la película dándole a la armónica), secundan las furibundas incursiones del cruel sudista, hasta que los yankis les tienden una emboscada. Quantrill morirá ciego pero con honor, la rubia se irá por sus fueros, y los demás se dedicarán a continuar saqueando y robando alegremente.