Después de tres años María sale de la cárcel y tendrá que enfrentarse a la reinserción. Jura una promesa a una de sus compañeras de prisión, que tratará de cumplir como sea. María está en el tercer grado, eso quiere decir que aún duerme en un centro de integración social (CIS). Sus miedos los combatirá rezando guiada por Santa Teresa de Jesús.