La policía ha desalojado el narcopiso. Tirso y sus amigos lo celebran en el bar. Sin embargo, la aparición del periodista, herido, contándole a Tirso que no va a publicar el artículo sobre los negocios de Salgado porque este le ha amenazado, hace que éste descubra hasta qué punto Salgado es un delincuente de la peor calaña. Tras la confesión de Nelson, Irene no puede verle con los mismos ojos, está confusa y toma una decisión. Por su parte, Jimena descubre que Salgado es el fantasma que Amanda lleva años persiguiendo.