Después de que Jill le diga claramente a Tim que no toque el lavavajillas, este lo rompe en un intento de hacerlo más potente, un lavavajillas más "masculino". Jill tiene una entrevista de trabajo, pero no lo consigue y cuando Tim intenta consolarla, solo consigue empeorar las cosas. Tras hablar con Wilson, Tim vuelve a intentarlo y lo consigue.