Billie (Jenna Elfman) es una crítico de cine de 37 años que se queda embarazada "por accidente" de un chef veinteañero, Zack (Jon Foster), al que conoce en una noche loca tras romper con su novio de tres años (y su jefe al mismo tiempo), James (Grant Show), alérgico al compromiso. Cuando decide quedarse con el bebé, una serie de circunstancias inesperadas acaban con Zack viviendo en su casa, pero de manera "platónica", y con James deseando volver con ella.