Unos matones agreden a Alphonse en el trabajo, un trabajo en el que no le va demasiado bien. Durante la baja, habla son su psicóloga de que su madre les dejó cuando era solo un niño. Al volver a la oficina, su jefe le echa y ese mismo día, su padre, del que no sabía nada, acaba en el hospital. Alphonse intenta retomar la relación con él, pero descubre que lleva toda la vida trabajando de gigoló.