Después de la caída de Bagdad, en julio de 2003, cuatro agentes del CNI se unirán al destacamento español de la Brigada Internacional Plus Ultra con la misión de proteger a las tropas de posibles amenazas. Entre ellos está Alberto Martínez, que regresa al país por toda su experiencia previa y también se unen Carlos Baró, Alfonso Vega e Ignacio Zanón. Tras la invasión del ejército estadounidense y británico, Irak está destruido y sumido en la miseria, el estado de Saddam Hussein desmantelado y sus ciudadanos, lejos de sentirse liberados, comienzan a vivir amenazados por una fuerza extranjera y los grupos insurgentes comienzan a organizarse. Los atentados contra objetivos de la coalición empiezan a cobrarse las primeras víctimas civiles y el 9 de octubre, José Antonio Bernal, agregado de seguridad e información en Bagdad, es asesinado en la puerta de su domicilio.