Rush y Valens investigan el caso de la muerte de Graig Cardiff en un accidente en el que el conductor se da a la fuga, en la Nochevieja de 1999. Rush conoce a Tami Franklin, una alcohólica rehabilitada, que se reconoce culpable del asesinato de Cardiff y admite una pasajera pérdida de conciencia mientras conducía aquella noche. Sin embargo, la evidencia pronto revela que Tamy no era, de hecho, la responsable de su muerte. Después de hablar con Sue, la viuda de Cardiff, sobre otras cuestiones relacionadas con la investigación, los detectives comienzan a sospechar que Cardiff no fue víctima de un simple accidente de coche, si no de una trampa.