Mientras buscan Stargates para el Puente intergaláctico, el equipo encuentra una villa donde adoran a un hombre, aunque es empalagoso y mujeriego, al punto de la demencia. El dice tener medicinas que ofrecer, pero cuando Beckett investiga, lleva al hombre a Atlantis deslumbrado por su encanto. Pronto, toda la expedición cae bajo su hechizo. Rodney, por poco tiempo, y John Sheppard no caen en las mismas y descubren que es por una droga que lo hace encantador.