Earl se dispone a tachar la mala acción número 37 de su lista, y para ello deberá devolver un ordenador portátil que robó a su dueño, del que sólo sabe que trabaja en la Universidad del Estado de Frostburg. Allí descubrirá que la propietaria es una atractiva profesora con la que comprobará que entre ambos existe una química muy especial. Earl empezará a salir con ella, descuidando así su lista, cosa que el karma no estará dispuesto a permitirle.