Las tres religiones mayoritarias en nuestro país convivieron con relativa paz, durante muchos años. Judíos, cristianos y musulmanes fueron vecinos en ciudades del norte de España, como Oviedo, Tui, Rivadabia..., pero también en el País Vasco, en ciudades como Valmaseda o Vitoria. Extremadura también fue foco de convivencia en distintas ciudades y localidades de Cataluña y, por supuesto, Andalucía. No solo la más reconocida, la ciudad de Toledo, se convirtió en punto de encuentro y convivencia de las tres culturas dominantes en gran parte de la edad media. A lo largo y ancho de la España medieval, construían sus edificios, vendían sus productos y convivían unos con otros sin mayor problema. Este hecho convirtió a España en una de las naciones más avanzadas gracias a la influencia de los distintos sabios, ingenieros, matemáticos… de cada cultura.