A los 27 años, Fèlix se convirtió en un vegano convencido, muy activo en las redes sociales y muy agresivo contra los carnívoros. Él siempre había sido gran consumidor de carne y un seguidor acérrimo de las fiestas de San Fermín y sus encierros, tanto que incluso corrió dos años ante los toros. La contradicción fue tan grande que aún dura hoy en día.