Mac Taylor vuelve a investigar a Tessa, una bella y enigmática mujer que le aseguró hace tiempo que había sido testigo de un asesinato. Durante las indagaciones del caso, los datos que ofreció la mujer eran tan sorprendentes que el jefe del C.S.I. nunca pudo determinar si el crimen se había cometido realmente. Cuando Tessa es hallada muerta debido a una aparente sobredosis de droga, los forenses acuden al escenario donde constatan que ha sido asesinada. Decidido a esclarecer los hechos, Mac rememora los encuentros que mantuvo con la víctima para investigar nuevamente las pistas que ella le facilitó.