Gonzalo y Sátur han sido apresados y viajan en un galeón camino de Asia. Van a ser vendidos como esclavos junto con otros mendigos capturados en la Villa. Nadie sabe dónde están y no existe ninguna posibilidad de escapar en alta mar. Margarita acude a Malasangre para intentar averiguar el paradero de Gonzalo. Pero Malasangre no ayuda a nadie a cambio de nada. Margarita debe llegar a un desagradable acuerdo con él si quiere conocer donde está su amado. La Marquesa sigue muy afectada por la pérdida de su hijo. El Comisario intenta animarla y planea una escapada a un lugar idílico que acabará convirtiéndose en una pesadilla para ambos.