La detective Benson es llamada para que acuda al hospital después de que una joven haya sido agredida, violada y rapada. La víctima rechaza hacerse las pruebas de violación así como la ayuda de Olivia. Cuando Olivia vuelve al apartamento de la joven se encuentra con una agente federal que admite que la joven es informadora del FBI y que trabaja con ellos para detener a una cédula ecoterrorista radical.