El nuevo cliente de Pope & Asociates es Sharon Marquette (Mimi Kennedy), dueña de uno de los negocios de chicas de compañía más conocidos de Washington que, además, está siendo investigada por la policía. El equipo de Olivia tendrá que hacer todo lo posible para mantener la privacidad de la cartera de clientes de Shannon porque en ella se encuentran las personas más influyentes del país. Mientras tanto, Quinn se verá inmersa en algunos problemas con la antigua becaria del presidente de los Estados Unidos, Amanda Tanner.