Alison y Frank tienen el síndrome del nido vacío y desean más tiempo libre y menos tiempo para administrar su gran propiedad frente al mar. Frank admite que es una carga pesada, pero no quiere abandonar la casa familiar. Después de 25 años de mantener una casa tan grande, Alison quiere una casa que sea solo para ella y Frank, donde pasarán menos tiempo trabajando y más tiempo divirtiéndose.