Siguiendo instrucciones de Reddington, el FBI se pone tras la pista del más peligroso asesino ruso, Karakurt, enemigo del territorio americano. Para evitar una catástrofe, Liz y Ressler tienen un encuentro con la Contrainteligencia Rusa, que les ofrece no sólo información sobre Karakurt sino también sobre la identidad de la madre de Liz.