Al finalizar la Edad Media, el dominio musulmán sobre la península ibérica llegaba a su ocaso, tras varios siglos de "reconquista" cristiana. El punto final lo impusieron los Reyes Católicos cuando con su matrimonio consiguieron un refuerzo mutuo de los intereses castellanos y aragoneses. Al mismo tiempo que se iniciaba la formación del moderno estado español, comenzaba un siglo espléndido y terrible de nuevas conquistas que vería como el mundo se volvía más grande con el descubrimiento del continente americano.