Claudia llega a casa de su madre después de pasar unos años viviendo con su padre. El día de su 16 cumpleaños su abuela le regala una caperuza roja y desde ese día no se la quiso quitar. Pero inevitablemente la niña se hacía mayor y, aunque en la ciudad hay muchos peligros, uno muy claro ronda a las niñas que quieren crecer más rápido de la cuenta y desobedeciendo a su madre, se meten en la boca del lobo. Después de dos asesinatos cercanos, Claudia empieza a sentir cómo el peligro está cerca.