Jorge y Paula van a un poblado de personas necesitadas para hacer una vista rutinaria cuando se dan cuenta de que su coche no arranca y están siendo atacados con huevos y no pueden escapar. Mientras tanto, en la comisaría, los agentes no están nada contentos con las condiciones en las que trabajan. Sebas decide trasladarle las quejas a Jesús, el Subdirector Provincial. Sin embargo, Jesús lejos de resolver el problema, lo empeora aun más. Le dice a Sebas que habrá una reducción de plantilla y que será el encargado de despedir a la gente. Menudo papelón tiene Sebas en este capítulo.