El plan de fuga se tambalea tras el asesinato de Tara, ya que el grupo queda seriamente tocado. Además, Graus confirma sus sospechas de que hay un infiltrado en La Torre e inicia su caza. El asesinato de Tara ha sido un duro golpe para todos, especialmente para Jota, de quien depende en estos momentos seguir adelante con la fuga. En la mente del grupo planea la sospecha sobre quién ha podido ser el asesino y cómo ha conseguido llegar hasta el montacargas. Por su parte, durante su ausencia, Graus ha descubierto que sus sospechas eran ciertas y que hay un infiltrado en la cárcel que ha estado manteniendo conversaciones con Sandro, el líder de la resistencia. Para averiguar su identidad, cuenta con el apoyo de Vanesa Ríos, la Directora General de Prisiones, que llega a La Torre dispuesta a hacer lo que sea necesario para descubrir la verdad.