Cuando el Homo sapiens llegó a Australia, se encontró por primera vez realmente solo, rodeado de una flora y una fauna muy diferentes. ¿Cómo pudieron sobrevivir y poblar un continente? Existe un estrecho vínculo cultural y genético entre los primeros australianos y los aborígenes actuales. La historia antigua y la moderna se cruzan aquí como en ningún otro lugar del mundo. El secreto de esta continuidad es la diversidad. Intuitivamente, encontraron el equilibrio adecuado entre estar separados y conectados.