Mientras Narberal estaba entrenando en el Anfiteatro del sexto piso, Ainz vino y la felicitó. Ainz la convenció con éxito de que tenía una razón para ordenarles que conversaran normalmente con él, haciéndolo bailar felizmente. Cuando Narberal le preguntó qué estaba haciendo, le dio una excusa de que su baile es una nueva pose mágica que solo él conoce y esa postura le permite lanzar magia más rápido, reduciendo el tiempo de lanzamiento. Fascinada, Narberal le pidió que le enseñara la pose mágica, que Ainz no tuvo más remedio que aceptar. Mientras los dos bailaban, las otras Pléyades llegaron y se unieron al baile. Después de eso, pensaron que habían madurado más gracias a las enseñanzas de Ainz, lo que hizo que Ainz sintiera aun más culpa avergonzado por cubrir sus mentiras con más mentiras.