Tras graduarse de preparatoria, Aoba Sukuzake se une a Eagle Jump, la desarrolladora de videojuegos responsable de Fairies Story, el juego que la obsesionaba de niña. En su primer día como un miembro trabajador de la sociedad, Aoba se dirige al trabajo en un tren atestado en plena hora punta. Consigue llegar al edificio de oficinas, pero duda, preguntándose si estará bien que siga adelante. Es entonces cuando una senpai llamada Rin Toyama aparece y le abre a Aoba las puertas de las oficinas de Eagle Jump