Una mañana, Bandolero y sus amigos se encuentran un bebé abandonado a la puerta de su cueva. No sabiendo qué hacer con él, deciden quedárselo. Pero el bebé resulta ser un travieso de mucho cuidado que se las hace pasar canutas. Mientras, Bandolero y sus compañeros buscan a los padres del niño, que resultan ser unos enemigos políticos del gobernador exiliados en Inglaterra.