A pesar de que Lou ha pasado la prueba, en el juicio comienza a verse un deterioro de su estado mental al alucinar con Brady, quien le ayuda en el caso. Morris y Alma tienen como sospechoso a la familia Saubers, en especial a Pete, de haber tomado las libretas, y lo vigilan. Jerome investiga al hombre que llevó a un desconocido al hospital el día de la muerte de Rothstein, y con Holly y Bill ahondan en la investigación.