Las vidas de los abogados de ‘Vega y Asociados’ están en completo peligro, y deberán enfrentar el caso más complicado de sus carreras para hacer justicia por Isabel Soto y Jaime Ponce (Roberto Ballesteros), víctimas de Jacinto Dorantes (Juan Carlos Barreto) y el Ciego (Axel Ricco), prófugos de la justicia. Ambos cómplices han desatado una guerra hacia el bufete, cometiendo una serie de ataques inhumanos en contra de las familias de los abogados. Ricardo Bustamante, Alejandra Ponce, Alonso Vega, Roberto Morelli, Victoria Escalante, Gustavo Soto y Juan López se han propuesto hacer justicia y que la ley recaiga sobre los responsables. Alejandra sufre una continua desesperación al no concretar negociar con el Ciego, quien tiene en sus manos a su padre, Jaime Ponce, tras que éste se negara defender a Dorantes. Por su parte, Ricardo teme por el bienestar de su familia, y Gustavo, destruido y muerto en vida, se encuentra entre la delgada línea de cobrar venganza y hacer justicia, luego de que su esposa e hijo fueran acribillados por orden del Ciego. En esta nueva etapa en la que los ilustres abogados buscan la justicia ante todo pronóstico, se integran al bufete; Sofía Alcocer (Kimberly Dos Ramos), abogada penalista. Busca ayudar a su madre que padecer de Alzheimer; Adrián Carballo (Marc Clotet), de la rama penalista, queda fascinado ante Victoria y busca la manera de conquistarla; Javier Rivas (Marco Méndez), especialista en criminalística, le es asignado el caso de las muertes de la familia de Soto; Lorena Fuentes (Alejandra García), recién graduada de la carrera, busca la rama en la que desea especializarse; y Manuel Durán (Julio Vallado), que llega al bufete a realizar sus prácticas profesionales. La negociación del secuestro de Jaime se lleva a cabo por la intervención de Carlos Ibarra, ahora comprometido de por vida con el Ciego, tras pedirle 30 millones de pesos para el rescate, sin tener presente que él ha sido quien ejecutó el secuestro. Ricardo y Alejandra se enfrentan al círculo vicioso que los tiene separados; el tiempo, y ambos, dispuestos a luchar por lo que sienten, llevan adelante el plan de vivir juntos. Alejandra, ignorando las advertencias de no involucrarse en el caso del Ciego, y gracias a su gran sentido de la justicia, halla poco a poco las pistas para dar con los responsables del secuestro de su padre y del asesinato de Isabel y su hijo. Cada día que acontece es un grado más de peligrosidad para la firma de abogados más exitosa de México, y juntos tendrán que afrontar “La ley del más fuerte”.