Con el miedo todavía en el cuerpo después del golpe de estado del 23 de febrero, los Alcántara intentan volver a la normalidad, aunque los atentados y la crisis económica hacen temer lo peor. Casi de improviso, Antonio recibirá una agradable noticia que le permitirá acercarse de nuevo a ese estatus social que hasta hace muy poco disfrutaba.