Un agente de la policía secreta visita la imprenta de Antonio, preguntando a sus jefes sobre su situación económica. Alcántara ya no se cree que sus problemas con la justicia vayan a quedar en agua de borrajas y de nuevo va a ver a Don Pablo. Mercedes, ajena a los problemas de su marido, tiene programada una visita al Museo del Prado con José Miguel, su profesor de las clases de la parroquia.