El grupo de mariachis va darle una serenata al abogado Macías pagada especialmente por su mujer, quien tiene planeada una jugada para hacer quedar mal a su esposo delante de toda su familia. A raíz de esto, Rosario decide no aceptar el trabajo que Macías le había ofrecido y decide continuar con su empleo como mariachi junto a Francisco (Emiliano). Al finalizar la noche, Rosario y Francisco se van para la pensión y Raquel se llena de ira y le hace el reclamo a su hija. Más adelante, el Coloso y Virginia hablan sobre sus planes para separar al mexicano de la mariachi.