Tras el asesinato de Flaín, el conde de León, son muchos los que señalan a Ruy como culpable. Mientras tanto, el de Vivar se ve obligado a volver a Zaragoza donde sabe que ha sido condenado a muerte por haberse acostado con Amina, la hija del Emir. En León, Urraca descubre que Jimena y Ruy están enamorados, y maquina un plan para sacar provecho de esta información.