María es una persona poco espontánea, cuadriculada y con un plan de vida muy estructurado que ve su vida desmoronarse el día que su novio de toda la vida, Gustavo, la deja cuando van a firmar la hipoteca. Esther, su hermana, no consigue ganarse su independencia vendiendo sus cuadros, es reacia al compromiso y las ataduras y vive en una eterna adolescencia. Cristina es abogada, es la mejor amiga de María y está casada con Pablo con quien ya tiene dos hijas, y mientras buscan tener un tercer hijo ella toma anticonceptivos a escondidas.