Acompañada de Esther y Gari, María va a casa de sus padres para confesarles que lo ha dejado con Gustavo, que no hay boda y que está embarazada de otro. María se da cuenta que no sabe nada de Gari y le pide que le cuente toda su vida. Tras quedar con sus amigos de siempre y proponerles salir de fiesta, Esther entiende que sus vidas han cambiado. Ellos tienen hijos y ella no.