Los detectives Briscoe y Green investigan el estrangulamiento de una alumna universitaria que trabajaba como stripper, y aunque creen que un par de cabezas rapadas traficantes de drogas cometieron el asesinato, luchan por determinar el motivo del dueño del club de striptease que les pagó por el golpe. Sin embargo, a medida que avanzan en la información del caso, los policías se enteran de que el asesinato está relacionado con una estafa de información privilegiada que obliga al asistente del fiscal del distrito McCoy a conectar a una ex estrella del porno con un hombre de negocios.