Brackenreid regresa de Panamá con la noticia de que James Pendrick ha sido asesinado. Pero lo que resulta aún más sorprendente es que, al parecer, la poción de Pendrick lo ha rejuvenecido. Cuando Murdoch empieza a promocionar agresivamente la poción, ofreciendo la vida eterna al mejor postor, Crabtree se desanima por el desinterés del detective en resolver el asesinato de Pendrick y comienza su propia investigación.