Murdoch pasa a la clandestinidad tras convertirse en el principal sospechoso del asesinato de una bailarina de burlesque que fue encontrada muerta en su cama. Mientras la comisaría número cuatro protesta por su inocencia, el recién nombrado jefe de policía Davis y el corrupto jefe del Ayuntamiento encabezan una agresiva búsqueda del detective desaparecido.