Investigando el asesinato de un estudiante que fue encontrado muerto después del robo en un banco, Annabeth y la Oficina del Fiscal del Distrito se encuentran con un caso de juego ilegal, organizado por un compañero de clase que engaña a niños para conseguir dinero. El caso da un giro cuando un miembro del jurado oye por casualidad que un testigo había sido pagado para mentir en el estrado, forzando al juez a declararlo juicio nulo. Todo se vuelve aún más complicado cuando Annabeth descubre que la víctima era amigo de la ex novia de ese compañero de clase. Mientras tanto, la hija de Conlon visita Indianapolis en busca de un colegio.